Practicar ciclismo en plena naturaleza, lejos de los ruidos de la urbe, de la contaminación, de los coches y de la gente, es realmente gratificante. Sin embargo, requiere de un equipo acorde a la situación. Es por ello, que te proponemos conocer cómo son las bicicletas plegables de montaña, tus nuevas mejores amigas si amas el deporte y la naturaleza.
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Características de las bicis plegables de montaña
Aunque, por supuesto, en el momento en el que nos encontramos vas a encontrar un modelo hecho prácticamente a tu gusto, por lo general, estas cuentan con:
- Sistema de suspensión muy elaborado. Es el aspecto por el cual se subclasifican (existiendo las rígidas, las que incluyen suspensión delantera, las de suspensión doble sin pivote y las de suspensión total).
- Cubiertas gruesas que incluyen tacos, balones u otros sistemas de absorción de irregularidades.
- Ruedas grandes (la medida más demandada es la de 26 pulgadas).
- Varias velocidades (ojo que también las hay con una única relación de marcha)
- Gran resistencia a los impactos.
- Construcción que consigue una gran tracción.
- Cuadros hechos, generalmente, en aluminio, para aligerar el peso de la ya contundente máquina. La gama alta acostumbra a incluir fibra de carbono, más ligera todavía. La excepción es la de las bicis de descenso, en la que se busca precisamente que los cuadros sean pesados.
- Peso elevado.
- Su plegado ayuda a reducir considerablemente ese tamaño que resulta tan necesario para que cumpla su cometido.
¿Por qué comprar una bicicleta plegable de montaña?
Primero y principal, porque necesites un vehículo con las características anteriores, pensado para rutas en terrenos duros, con pendientes e irregularidades donde poder, además, ir a toda pastilla (de ahí que también se denominen como todoterreno).
Uno de los motivos por lo que cualquiera se decantaría por elegir un modelo plegable para pedalear en montaña es que estas no son precisamente pequeñas y, a menudo, cuando nos alejamos de la urbe, es para hacer acampadas y rutas que llenan nuestro coche de chismes, de manera que cualquier espacio que podamos ahorrar supone un alivio.
Además, por su versatilidad, te vas a encontrar con que la puedes usar con otros fines, siempre dependiendo del modelo que hayas escogido, claro. Así, mediante un análisis previo de tus necesidades, puedes hacerte con una mountain bike que podrás utilizar en rutas, carreras en irregular e incluso, si la cosa se tercia, en carretera.
Su robustez siempre significará durabilidad, siendo este el tipo de bici que menos hay que renovar en el transcurso de nuestra vida.